jueves, 28 de abril de 2011

Ramón J. Sénder. Autor del 36

Ramón J. Sénder, novelista, poeta y ensayista Español fue hijo de terratenientes Españoles y tuvo una infancia acomodada. Veraneaba en pueblos aragoneses como Chalamera, Alcolea de Cinca y Tauste donde su padre trabajaba. Estuvo internado en un colegio de capellanes llamado San Pedro Apóstol, en Reus. Termino sus estudios en Alcañiz, Teruel tras cursar quinto y sexto de Bachiller en Aragón y antes de vivir de la escritura, se mantuvo trabajando como mancebo en una botica.
Por lo que respeta la guerra civil, Sénder pertenecía al bando republicano y, tras enterarse de que había estallado la guerra con su mujer, decidió separar-se. Ella se quedó sola con los niños, y él atravesó peligrosamente el frente de batalla para servir al bando republicano que se dirigía a Madrid. Al no poder apresarle a él, su mujer fue fusilada, enviudando pues, con dos hijo a los que recuperó al cabo de tres meses en Francia gracia a la ayuda de la Cruz Roja Internacional. Tras haber permanecido en campos de concentración en 1939, partió al exilio, como muchos otros artistas, y se dirigió a México. Pasada su estancia allí se trasladó a los Estados Unidos, donde ejerció de profesor de literatura y se volvió a casar. Precisamente en los Estados Unidos, se obra se amplió de enormemente y fue merecedor de premios como el premio Planeta que se le otorgó en España el 1976.
Sus primeras novelas sostienen ideologías revolucionarias y constituyen reportajes del agitado medio social: Imán (1930), novela sobre la Guerra de Marruecos, Orden público, novela de la cárcel (1932), Siete domingos rojos, basada en la historia del movimiento anarquista español (1932), Viaje a la aldea del crimen (1934) sobre la represión gubernamental contra los jornaleros libertarios de Casas Viejas y
Mister Witt en el cantón (1935), sobre el movimiento cantonalista de Cartagena acaudillado por Roque Barcia, por la que recibió el Premio Nacional de Literatura.
Ramón J. Sender fue un autor de una inspiración y fecundidad torrenciales. Aunque cultivó también la lírica y el ensayo, su producción novelística es extensísima y variadísima en estructuras y géneros. Comenzó cultivando una novela-reportaje de inspiración social y procedimientos realistas; luego utilizó un tipo de narración alegórica con pretensiones unas veces satíricas, en otras ocasiones filosóficas y con frecuencia poéticas; también fundió ambos tipos de inspiración en otras obras. Luego se orientó hacia la novela histórica y el autobiografismo. Fuera de las ya mencionadas obras sobre la Guerra Civil, unas veces cultivó los temas americanos, como en Epitalamio del prieto Trinidad (1942) y otras la novela histórica, como en La aventura equinoccial de Lope de Aguirre (1964), Bizancio (1958), sobre la expedición de los almogávares mercenarios de Roger de Flor al Imperio bizantino de Miguel IX Paleólogo en plena Edad Media, Carolus Rex(1963), sobre el reinado de Carlos II, o El bandido adolescente (1965)dedicado al famoso mito Estadounidense Billy el Niño.

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