viernes, 18 de febrero de 2011

Partes VI-VII La experiencia en Madrid & La experiencia del hijo

Andrés vuelve a Madrid. En la gran ciudad, todo el mundo está expectante del asunto de la guerra contra EE.UU por Cuba. Sigue conversando con Iturrioz, refelexionan juntos, ahora sobre aspectos de la guerra, y Iturrioz vaticina un desastre absoluto debido a una mala preparación y a una prepotencia de escándalo. La guerra sigue su curso y, tal y como Iturrioz vaticinaba España se ve derrotada, (desastre del 98). 
Se encuentra con Montaner quien le pone al corriente de la vida de Aracil. Este se había casado con una mujer más mayor que él, que usaba como mero objeto de prostitución para ganar clientes. Además se reencuentra con Lulú en el café de Luna y mantiene una apacible y agradable conversación mientras se toman un café, y Lulú explica a Andrés los tristes acontecimientos de la vida de su hermana. Por lo visto, Niní contrajo matrimonio con  un rico hombre burgués gracias al cual Lulú pudo abrir una tiendecita de costura en la calle del Pez. Proponen de volverse a ver. Al cabo de unos días Andrés consigue un trabajo, gracias a Aracil, como médico del hospital de la Esperanza, un sitio decadente y nauseabundo en el que se paseaban prostitutas a ciertas horas de la noche. 
Estas chicas le generaban una pena interior a Andrés y eran tema de conversación entre este y Lulú que tenía su propia visión de las cosas. 
Un día cualquiera, Andrés visita por sorpresa a Lulú a la tienda. Entablan conversación, y se ponen a hablar del amor. Andrés que ya se había dado cuenta de que amaba a Lulú, le preguntó lo que sentía, y ella le contestó que  le quería des de el primer día que lo conoció.
Andrés visitó a su tío,y le pidió consejo como si se tratara de un tercero quien lo necesitara. Iturrioz le dijo que debía casarse, y que si era débil que no tuviera hijos, ya que según Iturrioz, el problema del hombre es hacer nacer sin poder dar a prole un seguro de que estos serán fuertes y sanos. Si el individuo es débil su prole nacerá necesitada, débil también. Dice Iturrioz que solo el peligro de poder engendrar una prole enfermiza, debería bastar al hombre para no tenerla. Finalizada esta conversación Andrés se vuelve a casa y esa misma noche le envía un carta a su tío diciéndole que se casaba. 
Al inicio, su vida con Lulú era inmejorable. Andrés consiguió un ascenso como traductor de revistas, donde aprendía cosas que le agradaban y ganaba un buen sueldo, por otro lado, Lulú tenía cierta independencia gracias a la tienda de la calle del pez. Se compraron un piso. Solo estaban ellos dos. A Andrés le preocupaba  tanta paz, se sentía inquieto.Todo aquello era muy extraño y duraba demasiado, y además siendo como es Andrés de pesimista, no auguraba nada bueno para el futuro. Lulú le confesó a Andrés su dese por tener hijos y Andrés la intentó convencer que eso no era  bueno. Lulú no aguantaba la idea de no tener hijos, y se la veía triste y deprimida, más al cabo de poco tiempo Lulú quedó preñada, y a partir de ese momento su carácter cambió. Era celosa y sentimental, muy distinta a la Lulú de la que Andrés se enamoró y él se sentía mareado y angustiado. Le costaba dormir y para ello se inyectaba morfina. Su estado iba de mal en peor. 
Pasados 9 meses, Lulú se puso de Parto y no fue bien, hubo un problema con el cordón umbilical y nació muerto. No contento con esto, Lulú sufrió una hemorragia espantosa y al cabo de tres días falleció. Este conjunto de sucesos dramáticos superó a Andrés quien no veía solución más que en la muerte. Así pues, se envenenó y murió en su habitación.

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