viernes, 18 de febrero de 2011

José Ortega y Gasset y Juan Ramón Jiménez

En este apartado, van a ser tratados dos de los mayores exponentes Novecentistas. José Ortega y Gasset, supongo que debido a su complicado estilo, no ha sido tratado en clase, sin embargo, sí hemos analizado algún poema de Jiménez.

JOSÉ ORTEGA Y GASSET: VIDA Y OBRA 
José Ortega y Gasset, nace en Madrid el 9 de mayo de 1883 en una familia acomodada perteneciente al circulo de alta burguesía del lugar. Empezando por su abuelo materno, Eduardo Gasset y Aritme fundador de    el periódico "El imparcial", de el que más tarde será propietario su padre José Ortega Munilla, su familia era por encima de todo culta y dedicada a las letras. Ortega estudió en el colegio Jesuita San Estanisaldo, hasta finalizar la escuela. Criado siempre en un ambiente culto, se irá a la Universidad de Deusto en Bilbao a pasar su primer año, para acabar en la Facultad de Filosofía y Letras, en la Universidad Central de Madrid.
Acabado ya su periodo Universitario, se doctorará en la Universidad de Madrid con su obra "Los terrores del año mil. Crítica de una leyenda", y marchará a Alemania a hacer estudios en diferentes ciudades del país.
Puede decirse, que Ortega y Gasset, fue el iniciador del corriente Novecentista o Generación del 14, conocido de ambas formas, con su obra filosófica "Meditaciones del Quijote" donde se nombra la conocida frase «Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo». Ortega fue, por encima de todo, ensayista, filósofo y escritor, no obstante siempre muy cercano al ambiente político y preocupado por la España en la que vivía. Debido a sus numerosos estudios en Alemania y Francia, estaba siempre al corriente de los sucesos más importantes que ocurrían, y de los pensamientos que se cultivaban en aquella Europa. Es por esto que desde un inicio, se percibe en el pensamiento de Ortega una clara intención Europeizaora como método para solucionar el problema y la peculiaridad española. Al contrario que la generación anterior, esta "peculiaridad" española, no retrajo a Ortega y su generación de esta labor Europeizadora. Ortega, en efecto, estaba convencido de que la «raza», la «sustancia» españolas estaban enfermas y proponía –envuelto como estaba por el «mito de la cultura»– como medicina la ingestión de grandes dosis de cultura (alemana, desde luego). 
En cuanto a su estilo, Ortega es un autor que busca la perfección del lenguaje en sus escritos, muy depurados con el uso de gran cantidad de arcaísmos, neologismos y también cultismos. No significa esto que solo use este tipo de recursos léxicos. Ortega hace uso también de vulgarismos y léxico popular como vagabundeo, jaleo o pachorra. 


JUAN RAMÓN JIMÉNEZ: VIDA Y OBRA
Juan Ramó Jiménez, nace en Huelva el 23 de diciembre de 1881. Hijo de Víctor Jiménez y Purificación Mantecón, quienes se dedicaban con éxito al comercio de vinos. Atiende a clases de educación elemental de primaria en la escuela de Primer y Seguna Enseñanza de San José. Termina el aprendizaje primario con qualificaciones excelentes, y en 1893, estudia bachillerato en el colegio de San Luis de Gonzaga y obtiene el título de bachiller en artes creyendo que la pintura era su vocación. Es entonces cuando empieza a escribir en prosa y verso colaborando en periódicos y revistas de Sevilla y Huelva. Empieza a estudia derecho en la universidad, obligación impuesta por su padre, aunque no termina. En 1900 se traslada a Madrid con su familia, periodo difícil, ya que tras la muerte de su padre y los graves problemas económicos por los que pasaba la familia, es ingresado en un sanatorio en Burdeos por depresión causada por la honda preocupación que le causaban aquel conjunto de circunstancias. Es trasladado al Sanatorio de Madrid, de donde sale al cabo de un tiempo de recuperación y, en 1902 publica Arias tristes e interviene en la fundación de la revista literaria Helios.

En cuanto a su obra, Juan Ramón Jiménez atraviesa tres etapas poéticas: etapa sensitiva, intelectual y la etapa suficiente o verdadera:
  • Etapa sensitiva (1898-1916): Esta etapa se subdivide a su vez en dos sub-etapas. La primera abarca hasta 1908; la segunda, hasta 1916. La primera está marcada por la influencia de Béquer, el Simbolismo y un Modernismo de rima asonante y verso de arte menor. En ella predominan las descripciones del paisaje como reflejo del alma del poeta, un paisaje que no es natural ni fruto de paseos como el de Machado. Predominan los sentimientos vagos, la melancolía, la música y el color desvaído, los recuerdos y ensueños amorosos. Se trata de una poesía emotiva y sentimental. Pertenecen a esta etapa "Rimas", "Arias tristes" y "Jardines lejanos", entre otras. La segunda época se vierte en la forma del arte mayor (endecasílabos y alejandrinos), la rima consonante. Denota una mayor impronta modernista, del Simbolismo francés y recoge influencias de autores franceses como Charles Baudelaire o Paul Verlaine. Pertenecen a esta sub-etapa "La Soledad Sonora", "Pastorales" o "Laberinto". Hacia el final de esta etapa, el autor empieza a alejarse de las influencias modernistas y de el culto a la belleza humana y se adentra en ambientes más intelectuales.
  • Etapa intelectual (1916-1936): En esta etapa, el autor se ve influenciado por su viaje a América, y el contacto con la poesía en inglés y sus respectivos autores, Yeats, William Blake, Shelley... Esta etapa, vincula al autor al Novecentismo, movimiento que tenía lugar por aquellas fechas. Es necesario destacar un curioso aspecto que marca esta segunda etapa en la producción del autor: el descubrimiento del mar, que simboliza la vida, la soledad, el gozo. Este hecho conducirá al autor hacia un estilo más depurado y perfecto, bello y esencial, en busca de la trascendencia, que se separará del decorativismo, la musicalidad, los argumentos poéticos y la ornamentalidad de la etapa anterior. Pertenecen a este periodo de producción obras tan conocidas como: Diario de un poeta recién casado (1916), Primera antología poética, (1917) o Eternidades (1918).
  • Etapa suficiente o verdadera (1936-1958): Pertenece a esta etapa todo lo escrito durante su exilio en América. Juan Ramón siguen en busca de esta depuración y perfección poética. Su ansiaporla trascendencia lo lleva a una cierta mística relacionada a Dios. Su lengua se transforma y adquiere el uso de múltiples neologismos. Durante este periodo escribe obras de tanta trascendencia como "Animal de fondo" o "Dios deseado y deseante".
- Animal de fondo: En "Animal de fondo" el poeta busca a Dios «sin descanso ni tedio» cita él textualmente. Pero ese dios no es una divinidad externa al poeta, sino que se halla en él y en su obra. 
Dios deseado y deseante: Esta obra, supone la culminación de "Animal de fondo". El poeta llega incluso a identificarse con ese dios que tanto ha buscado. Un dios que existe dentro y fuera de él, un dios que es deseado y deseante.



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